EL MERCADO DEL ARTE Y SU FUNCIONAMIENTO

Probablemente, la mejor explicación de cómo funciona el Mercado del Arte, es que resulta inexplicable, ó por lo menos bastante complejo ya que tras lo que uno puede contemplar existe, de forma paralela, un submundo complicado destinado a unos cuantos, cada vez menos, que tienen el privilegio de poder adquirir obras de arte y formar parte de un reducido grupo que controla las transacciones y los movimientos de las obras, operaciones que en muchos casos se realizan de forma muy discreta.

En 1984, el crítico Robert Hughes escribió: “Los marchantes nos dicen que está próximo el día en el que se paguen diez millones de dólares por una pintura. Nunca antes las artes visuales habían sido objeto (sean víctimas o beneficiarias, según el punto de vista de cada uno) de tan extrema inflación y fetichización”.

El Arte es pasión, sensibilidad, destreza, creatividad, belleza, pero también posee esa parte menos romántica e idílica, es para muchos otra forma de generar dinero, y en muchos casos una inversión muy rentable y objeto de especulación.

En ningún otro mercado se genera tanta expectativa ni se crea tanta fascinación, ni se derrocha tanto dinero en cosas tan innecesarias y en ocasiones arbitrarias, como en el Mercado del Arte. Robert Hughes no podía ni imaginar en aquel momento cuan lejos de la realidad quedaba su previsión sobre el futuro del Mercado del Arte.

En los últimos años las cifras que han alcanzado algunas obras en Subasta, dejan muy lejos las previsiones de uno de los más celebres críticos de Arte. El Mercado del Arte viene experimentando desde el año 2000 un crecimiento anual del 13% (según informes del Banco estadounidense CITI). Invertir en artistas contemporáneos está siendo muy rentable, pero por desgracia para muy pocos, tan sólo aquellos que pueden permitirse manejar cifras millonarias.

Por ejemplo, el famoso “Rabbit” de Jeff Koons, una pieza de acero inoxidable a modo de conejo hinchable creado por el artista en 1986, se vendió en subasta el pasado mes de mayo por 81 millones de euros (Christie’s Nueva York), pasando de la mano de un magnate fallecido a las de un multimillonario y coleccionista de arte americano.

Otro ejemplo lo protagoniza el óleo la obra Portrait of an Artist (Pool with Two Figures) firmado por David Hockney, que acabó cerrando su puja por 80 millones de euros, siendo probablemente la obra más significativa de este artista todavía vivo.

Y si pasamos a las obras de artistas fallecidos, las cifras resultan totalmente astronómicas, llegando a los 450 millones de dólares que se pagaron por la obra de Leonardo da Vinci, “Salvator Mundi” (la más cara de la historia), o las obras de Gauguin, Cezanne, Pollock o Picasso que forman parte de los artistas más cotizados de la Historia.

¿Cómo funciona el Mercado del Arte?

Sin embargo, en el Mercado del Arte, existen varias “Ligas” haciendo paralelismos con el mundo del deporte. Si bien hasta ahora hemos visto los jugadores de la primera liga, existen otros niveles en los que moverse y en los que circulan artistas y obras más accesibles para algunos.

En lineas generales, el Mercado del Arte está compuesto por dos grandes grupos: El Mercado primario y el secundario.

El Mercado primario es el que da salida a las obras de arte producidas recientemente, es decir que pasan de la mano del artista directamente al comprador, para ello suelen darse a conocer a través de las galerías de arte, que funcionan como representante promoviendo y promocionando al artista.

El Mercado secundario es el que se encarga de la compra y venta de las obras de arte entendidas como “de segunda mano”, y son las Casas de Subasta y los marchantes los que generalmente se ocupan de las transacciones de las obras, aunque algunas galerías cumplen también con esta misión realizando las funciones de marchantes de arte.

El movimiento de transacciones de obras de arte se realiza básicamente entre Galerías, Casas de Subastas y Ferias de Arte, y las cifras en todo el mundo se mueven entre 18.000 Galerías de Arte, 1500 casas de Subastas y entre 200 y 500 Ferias de Arte y Muestras. Es decir, cerca de 20.000 espacios destinados a exponer las obras de aproximadamente unos 420.000 artistas de arte moderno y contemporáneo.

¿Cómo se determina el precio de una obra de arte?

El valor de una pieza viene determinado por varios aspectos y por supuesto debe tenerse en cuenta también si hablamos del Mercado primario o del secundario.

Si la obra pertenece al Mercado primario, su precio se basará en el prestigio alcanzado por el artista, de la técnica empleada así como de las dimensiones de la obra. Su comercialización suele correr a cargo de Galerías de Arte o de Representantes que se encargan de dar a conocer al artista y sus creaciones dentro del Mercado del Arte.

Si hablamos del Mercado secundario, la determinación del precio de una obra es algo más complejo y viene dado por muchos otros factores que deben tenerse en cuenta. Cada obra es única y requiere de un estudio para determinar su valor y por regla general es efectuado por uno o varios expertos en la materia que la evaluarán teniendo en cuenta varios aspectos, que en lineas generales son: El estudio del autor situando la obra dentro de su trayectoria artística, la verificación de la autenticidad de la pieza , su estado de conservación, y su procedencia o recorrido a lo largo de su historia. Por supuesto la técnica empleada, así como el tamaño de la obra, serán factores que también influirán en su valor.

Sea como sea el Mercado del Arte resulta cada vez más fascinante y atractivo, generando controversia y debate. Algo que hace que algunos se lancen en búsqueda de nuevos talentos y se inicien en el mundo del coleccionismo, aunque bien está decir que el Arte no es una inversión obvia con ganancias a corto plazo, requiere su tiempo, incluso para aquellos que apuestan por los artistas mas consolidados.

El arte es como el buen vino, necesita reposar y que el tiempo haga su trabajo, porque sólo el tiempo dirá si merecía la pena la apuesta y el dinero invertido. Muchas de las grandes fortunas actuales, pertenecen a los herederos de aquellos que hace muchos años apostaron por artistas desconocidos y que supieron ver el talento donde nadie lo veía.