Gustav Klimt es uno de los artistas más controvertidos y que levanta más pasiones. Su particular visión del Modernismo le hizo ser un artista con un lenguaje propio y lleno de simbolismo.
Sus obras cargadas de erotismo y sensualidad son pinturas en las que la figura femenina tuvo siempre un papel preponderante, especialmente cuando trabajaba por su cuenta sin tener que ceñirse a encargos.
Era entonces cuando surgía el artista mas creativo en el que las protagonistas de sus obras eran más intuitivas, seductoras, osadas y hasta cierto punto peligrosas. En actitudes provocativas, vestidas, desnudas, solas o en grupo y en actitudes lésbicas. Unas obras en las que el hombre apenas tenía presencia.
Gustav Klimt, un artista singular.
De Gustav Klimt no se sabe demasiado, aquellos que se han dedicado a estudiar al artista, no cuentan con demasiada información acerca de él. No era muy dado a hablar de sus obras y de las intenciones que le llevaban a realizarlas.
En una ocasión redactó un pequeño escrito y dijo así:
“Estoy convencido de que no soy una persona particularmente interesante. Soy un pintor que pinta día tras día desde la mañana hasta la noche (…) Quien quiera saber algo de mí debe observar atentamente mis cuadros y tratar de ver en ellos lo que soy y lo que quiero hacer”
Un hombre de aspecto rudo y poco sofisticado que contrastaba con el refinamiento y delicadeza de sus obras. Un artista muy poco preocupado por las opiniones que de él tenían, y sin embargo muy entregado a su arte y a una vida intensa.
“Temprano todas las mañanas desayunaba en el Café Tívoli en Schönbrunn (Austria), desde donde tomaba un carruaje hasta su estudio. Allí trabajaba en compañía de muchos gatos y varias modelos (…) Nunca se tomó un descanso para almorzar”
Así lo describe Frank Withford, uno de los hombres que le han estudiado más y autor del libro “Klimt”.
Un hedonista que nunca se casó y del que se dice que llegó a engendrar 14 hijos, que siempre vivió rodeado de bellas mujeres y que recibía constantes encargos para retratar a las damas de la alta Sociedad austríaca.
Su amante más conocida fue la diseñadora de moda vienesa Emile Flöge, conocida en los círculos bohemios y que fue su musa para diversas obras, entre ellas quizás la más famosa de Gustav Klimt, “El beso”.
Pero existe una obra de Klimt que en los últimos años ha generado mucha literatura, incluso se ha llegado a rodar una película (“La dama de oro” 2015, protagonizada por Helen Mirren) que aún ha dado más fama al artista. Me refiero al retrato de ADELE BLOCH-BAUER, una de sus musas inspiradoras.
Quién fue Adele Bloch-Bauer?
Nacida en Viena el 1892, fue la hija de un importante y rico banquero que gozó de una buena educación rodeada de lujo y comodidad.
Su matrimonio concertado, siendo ella muy joven, con el magnate Ferdinand Bloch-Bauer, al parecer no la hizo muy feliz aunque su esposo la adoraba y le complacía todos sus deseos.
Una mujer culta y amante de rodearse de intelectuales y genios artistas, organizaba fiestas en las que sus invitados solían ser gente del mundo bohemio y las artes, gente a la que apoyaba y encargaba obras, ya que ella y su esposo fueron grandes coleccionistas de arte.
Su sobrina Maria Altmann la describía así:
“Fue una mujer fría e intelectual que se convirtió en una socialité. No era muy feliz, fue un matrimonio arreglado pero sin hijos, tuvo dos abortos espontáneos y se le murió su único bebe. La recuerdo extremadamente elegante, alta y delgada. Siempre vestía un vestido blanco de seda y siempre estaba fumando.”
El retrato de Adele Bloch-Bauer fue un encargo que Ferdinand Bloch-Bauer realizó en 1903 a Gustav Klimt, para regalar a los padres de Adele, con motivo de su aniversario.
Una obra espectacular que lleva impreso el estilo de Klimt, unas obras muy influenciadas por los mosaicos de estilo bizantino de Ravenna que años atrás había contemplado en un viaje y que le impactaron profundamente.
“La dama de oro” fue un cuadro que siguió un curso controvertido a lo largo de su historia, llegando a ser confiscado por los nazis en la guerra y después pasar un periplo hasta caer por fin, y tras 6 años de litigios, en manos de la sobrina del matrimonio Bloch-Bauer y más tarde ser subastado por 135 millones de dólares, convirtiéndose así en el cuadro más caro de la historia.
Gustav realizó más de 100 bocetos para esta obra, algunos fueron adquiridos por el matrimonio. Años más tarde volvió a recibir un encargo del esposo de Adele para volver a retratar a Adele Bloch-Bauer en otra obra tan bella como la primera pero que no ha alcanzado tanta fama, “Adele Bloch-Bauer II”. De nuevo aparece el rostro pálido y delgado de una mujer de ojos tristes, pero esta vez un rostro más hierático y alejado de la sensualidad de la primera obra.
Otro de los cuadros más bellos de Kimt es “Judith”, una obra realizada en 1901 y considerada una de las obras más eróticas del artista. Para esta obra Adele Bloch-Bauer posó como modelo y en ella se observa la gargantilla que su marido le había regalado, otra de las piezas que los nazis confiscaron al marido de Adele años más tarde.
Existen muchas opiniones al respecto, pero se llegó a especular que Adele y Gustav Klimt fueron amantes, aunque nada ha podido comprobarse al respecto. Lo cierto es que es a la única mujer que retrató más de una vez y su rostro denota una actitud relajada y sensual que el artista supo captar y que no era habitual en ella.
Lamentablemente murió en 1925 a la edad de 43 años a causa de una meningitis, su esposo guardó los cuadros de Klimt en su dormitorio a modo de santuario a su memoria.
María Pilar Bernal Maya dice
Qué interesante tu post. No conocía la historia de Adele y mira que me gustan los cuadros de Klimt. Verdaderamente era ella la musa de sus cuadros, está super bien retratada. La tristeza la acompañaba, se ve en sus ojos, pero con la biografía que tiene… no es para menos. Gracias por compartir tus conocimientos.
Bss
manifiestodearte dice
Hola Pilar,
Detrás de un artista siempre hay una o más musas que le inspiraron, y en ocasiones hubo grandes historias pasionales. No creo que fuera el caso de Adele, pero ahí está.
Gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Mar dice
Me ha gustado leer la historia de Adele Bloch y de Gustav Klimt, no tengo mucho conocimiento del arte. Creo que la historia de esta mujer y del pintor fue cierta, que han sido amantes. En aquella época pocos matrimonios eran felices y los que se casaban por obligación buscaban una vía de escape por otros lados.
manifiestodearte dice
Hola Mar,
Gracias por tus palabras. No podemos hacer conjeturas porque no hay documentación fiable al respecto, aunque siempre tendemos a imaginar grandes historias pasionales detrás de la vida bohemia de los artistas, cosa que en muchos casos fue así.
Gracias por visitar el blog y un abrazo.
Sra Díaz dice
¡Qué historia la de Adele! Además se va viendo la expresión de ella cada vez más relajada según van pasando los años, o las obras… es increible lo que puede esconder una pieza de arte.
manifiestodearte dice
Gracias,
Si, una obra de arte en ocasiones esconde grandes misterios. Algunos dolores de cabeza para los historiadores para poder averiguar qué hay detrás de ese cuadro, aunque también es cierto que han habido muchos artistas que no pretendían ir más allá y los historiadores hemos buscado respuestas que no existían…….
Un abrazo y gracias por seguirme.
Mey González dice
¡Hola!
Me encantan leer tus entradas acerca del arte, yo no se absolutamente nada de arte, pero cada vez que los leo aprendo algo nuevo y yo amo aprender. No conocía de nada a estos artistas, pero siempre que veo fotos de sus pinturas me sorprende la capacidad de estos para plasmar esas obras, trasmitiendo muchos su sentimientos.
Me encantó
Saludos
manifiestodearte dice
Gracias Mey, eres muy amable.
Todos vamos aprendiendo cada día un poquito más, yo la primera !!!
Asi que encantada de tenerte por aquí compartiendo trocitos de arte.
Un abrazo.
Bellas y estupendas dice
Hola! Me encanta Gustav Klimt aunque es verdad que es un artista muy controvertido a mi me gusta su visión del Modernismo y la obra que más me gusta sin duda es el retrato de Adele Bloch-Bauer, es maravilloso, con los mosaicos de estilo bizantino. Lo que no sabia es que se había llegado a decir que eran amantes, pero sin duda lo que si que fue es su musa más inspiradora. Me ha encantado tu entrada. Un saludo.
manifiestodearte dice
Hola,
La verdad es que nadie lo ha podido asegurar, son meras conjeturas. Si lo fueron, debieron ser muy discretos, el mundo de Adele era una sociedad burguesa y no le estaba permitido airear cuestiones privadas, si es que las hubo.
Gustav fue un pintor fascinante, y con una gran personalidad, su estilo es tan peculiar que sus sobras son fácilmente reconocibles. Es uno de mis artistas preferidos, aunque tengo tantos !!!.
Un abrazo.
Mel dice
¡Hola, Lourdes!
Me ha encantado conocer la historia de Gustav Klimt porque es un artista que no conocía. ¡Me han gustado mucho las obras que has incorporado en el post! Y me ha encantado la frase que dijo en su día el pintor. Me ha resultado curioso que animara a la gente a mirar sus cuadros para que descubrieran algo más de él.
En cuanto a Adele, creo que los cuadros de Klimt transmitieron muy bien lo que ella sentía: infelicidad y tristeza (o al menos eso es lo que he sentido yo al verla) pero leyendo un poco su biografía yo la comprendería perfectamente. Como siempre, es un placer aprender de tus entradas sobre arte y leerte.
¡Gracias!
manifiestodearte dice
Gracias Mel,
Encantada de tenerte por aquí y de que te gusten mis entradas.
Yo disfruto y aprendo muchísimo con este blog. Compartir mi pasión con los demás y aportar algo que os guste me satisface tremendamente.
Gracias de nuevo por tu comentario y un abrazo.