La fotógrafa ANNA ÅDÉN

Sus fotografías son siempre evocadoras de espacios silenciosos,  donde la figura humana, en caso de haberla,  transita solitariamente en medio de parajes brumosos y de ensueño. Espacios que invitan al aislamiento en una Naturaleza abrupta y salvaje.

Anna Ådén habla de sus fotografías como si de pinturas se tratasen, para ella su proceso artístico tiene múltiples analogías con la pintura, y a menudo se refiere a su cámara como a “su pincel favorito”. En sus obras podemos encontrar paralelismos en algunos artistas, como por ejemplo en los paisajes evocadores de la pintora sueca Anna Billing  (1849-1927) 

Por otro lado, sus fotografías en interiores siguen las mismas pautas, espacios íntimos, figuras solitarias en actitud introspectiva contemplando un paisaje a través de una ventana en absoluto silencio y de espaldas al espectador. Una manera de plasmar la fotografía de interiores que nos recuerda a las obras del pintor danés Wilhelm Hammershøi   (1864-1916) o la pintura holandesa del siglo XVII.

Para la fotógrafa Anna Adén la conexión emocional con el motivo a plasmar es fundamental, para ella es esencial sentir una fuerte conexión con el espacio justo en el momento de realizar la obra.

En definitiva, las obras de la fotógrafa Anna Åden, parecen cargadas de misterio y simbolismo, y atrapan nuestra imaginación hacia espacios que evocan aislamiento y silencio sin olvidarse de esa belleza austera de los paisajes de su tierra, donde la luz juega también un papel fundamental.