Cuando descubrí a JESSIE ARMS BOTKE (1883-1971) no fui capaz de entender, después de tantos años, cómo era posible que nunca me hubiese cruzado con las obras de esta gran artista y no supiese nada de ella.
Imagino que una vez más, el tiempo y el olvido, se han servido para apartar a esta genial artista de los circuitos más obvios y trillados del mundo del Arte, un mundo, que a menudo, desplaza y se olvida de ensalzar a talentos tan desbordados como lo es el de esta magnífica artista a la que hoy quiero reservar un pequeño lugar en nuestro rincón de Mujeres Silenciadas.
JESSIE ARMS, es una artista de la que no haría falta hablar en exceso, tan sólo con publicar sus obras sería suficiente para decirlo todo, porque son un derroche de belleza, exquisitez, buen gusto y nos desbordan.
Pero está claro que no voy a hacerlo, porque siempre nos gusta saber quién está detrás de estas obras, nos importa la artista, y merece la pena descubrir quién fue.
Jessie Arms Botke, biografía
Jessie Hazel Arms, nació el 27 de Mayo de 1883 en la ciudad americana de Chicago. Su interés por el dibujo le surgió a una edad muy temprana y desde muy niña pasaba gran cantidad de tiempo libre dibujando y pintando.
Tras sus estudios secundarios, Jessie Arms, con el apoyo de su madre, decidió no ir a la Universidad y seguir su carrera como pintora, inscribiéndose como estudiante a tiempo completo en el Instituto de Arte de Chicago.
Esta Escuela de Arte, estaba basada en criterios que se seguían en Paris y se daba mucha libertad a los alumnos, siendo estos libres de seguir sus propias metas y objetivos, y en este ambiente el único criterio que prevalecía era la calidad de los trabajos de los alumnos. La máxima imperante era la de practicar y equivocarse constantemente, hasta conseguir un trabajo perfecto.
Mientras permanecía en el Instituto de Arte, Jessie Hazel supo aprovechar el tiempo asistiendo a las clases de pintura al aire libre dirigidas por John C. Johansen, y también con el artista Charles Woodbury en Maine.
Después de abandonar el Instituto de Arte, la decoración de paredes y la ilustración de libros se convirtieron en la fuente de ingresos de Jessie durante varios años. No tenía aún un estilo propio pero siguió trabajando de forma incansable para llegar a conseguirlo.
Finalmente el 1911 se trasladó a vivir a la ciudad de Nueva York, donde trabajó como diseñadora para Herter Looms, la famosa firma de diseño textil y de tapices. Su trabajo no se limitaba a los dibujos animados de tapices, sino que englobaba una gama de decoraciones para interiores, incluidos paneles pintados. Esto llevó a Jessie a la especialización en la pintura de pájaros, tras un encargo en el que se especificaba que debía de incluir pavos reales blancos. Su fascinación por las aves exóticas la acompañó siempre.
Después de regresar a Chicago, Jessie Arms conoció al artista Cornelis Botke, quien pronto se convirtió en su esposo y compañero de toda la vida. En 1929, la pareja se instaló en Santa Paula, el cañón Wheeler de California, en un rancho tranquilo que constaba de diez acres. Desde su casa y estudio, Jessie se convirtió en la pintora decorativa más excepcional del siglo XX con sus audaces representaciones de pájaros y flora, que se inspiraron en gran medida en las pantallas japonesas. Más tarde en la vida, también demostró ser una maestra acuarelista y grabadora.
Las claves de su obra.
Las criticas de Arte de los años 50 y 60, consideraron a Jessie Arms como la mejor pintora decorativa de Occidente. Una artista que tuvo que hacerse un hueco en el mundo del Arte, dominado casi exclusivamente por hombres, y que lo hizo gracias a su enorme dedicación y un talento que floreció bastante tarde en su carrera como pintora. Su predilección por los pájaros blancos (pelícanos, gansos, patos, cacatúas y pavos reales) le dio la inspiración que necesitaba para alcanzar un alto nivel en el Arte, y conseguir unas obras tan singulares y bellas.
Fue una artista trabajadora, dinámica, alegre y llena de energía. Una artista que siempre estaba explorando e intentando mejorar. Al parecer necesitaba dormir poco y dedicaba todo el tiempo a trabajar y entregarse de lleno a la pintura..
Jessie siempre habló abiertamente sobre el papel de la mujer en la sociedad, algo no muy común en su época, y hoy en día sería considerada como una abanderada de la liberación de la mujer.
Sus obras merecen ser dadas a conocer, por su excelencia y singularidad. Una mente brillante que sorprende y fascina, y que desde Manifiesto de Arte le queremos rendir nuestro pequeño homenaje.
Saray dice
Yo tengo un cuadro de Flamingo and lotus cómo se si es un original
Lourdes Fané dice
Hola Saray,
Hay muchas cosas que valorar para saber si una obra es un original. En este caso se trata de un óleo y seguro que se encuentra en algún Museo Norteamericano.
Se han hecho y se siguen haciendo infinidad de reproducciones gráficas, imagino que es tu caso.
La procedencia de la obra es también un aspecto muy importante, ¿dónde fue adquirida? ¿fecha? etc.
Si fueses la afortunada de disponer de un original de Jessie Arms tendrías en tus manos una gran obra.
Gracias por pasarte por mi blog.
Un saludo