Hablar de Arquitectura Brutalista es controvertido, para algunos representa la monumentalidad aberrante, en otros levanta pasiones y es la máxima expresión de la Arquitectura como tal.
Pero para poder entender todo esto, conviene saber de qué estamos hablando y después que cada uno se decante hacia uno de los extremos, la pasión o el odio, la belleza o la fealdad.
Los inicios de la “Arquitectura Brutalista”
Tras la Segunda Guerra Mundial el mundo quedó devastado, era necesario reconstruir las ciudades y en los años cincuenta el hormigón era el material más idóneo para levantar edificios, por su bajo coste y robustez.
Con la utilización de este material y las ideas sobre un movimiento arquitectónico moderno del gran arquitecto Le Corbusier (1887-1965) , se inicia la primera época de la “Arquitectura Brutalista”.
Los fundamentos de Le Corbusier
Las ideas de este arquitecto sobre la nueva arquitectura (1956), se basaban en 5 puntos esencialmente:
- El uso del Hormigón armado.
- La vivienda sobre pilotes para permitir la circulación de vehículos en la planta baja.
- La planta libre (la casa no requiere muros para sostenerse gracias a su estructura de hormigón.)
- Gracias a ello las fachadas se liberan y las ventanas abarcan el ancho de la construcción (ventana horizontal).
- La terraza-jardín, propuso recuperar la superficie ocupada de la naturaleza sobre la vivienda.
“Espacio, luz y orden. Esas son las cosas que los hombres necesitan tanto como necesitan el pan o un lugar para dormir”(Le Corbusier)
Le Corbusier tuvo la ocasión de poder llevar a cabo sus ideas, tras el encargo que recibió del Gobierno francés para ubicar a familias que tras la guerra habían perdido sus viviendas. Grandes edificios autosuficientes que cumplían su función y abastecían a toda la comunidad.
Así llevó a cabo el inicio, el 1946, de la Unidad de habitaciones de Marsella. Un punto de partida para la Arquitectura Brutalista. Más información aquí.
A partir de estas ideas empiezan a surgir los edificios brutalistas, que invadirían, de forma un tanto desordenada, tanto el interior de las ciudades como las zonas periféricas de estas. Para algunos el “brutalismo” nació como una respuesta a la necesidad de dar vivienda a las clases más populares. Aunque en realidad sus inicios parten de jóvenes británicos que vieron en esta forma de construir una manera de revelarse contra la clase burguesa y el Estado, mediante una utopía socialista para mejorar las vidas de las personas a través de la arquitectura y el urbanismo.
La Arquitectura Brutalista, como es de imaginar, tuvo sus grandes adeptos más allá del telón de acero donde arraigó plenamente, generando edificios emblemáticos.
Los edificios eran de dimensiones colosales, hechos en hormigón crudo (béton brut, que en francés significa “hormigón crudo”, de ahí su nombre “Brutalista”) cuya intención era la de resaltar la estructura del edificio y los elementos constructivos como el valor estético en sí del edificio, y que en ocasiones se les comparaban a los edificios del bloque comunista.
Unos edificios monumentales, monolíticos, con apariencia robusta y geométrica. Autenticas esculturas gigantes, desprovistas de artificios. Unas estructuras que podían albergar viviendas pero también Universidades, edificios corporativos, bibliotecas o sedes de instituciones.
Para muchos arquitectos detractores de este movimiento arquitectónico, se trataba de edificios deshumanizados, “fríos” y feos.
Ello llevó a que pronto empezaran a proliferar detractores de este tipo de edificios, y que a partir de los años ochenta dejaran de construirse, aunque para entonces este movimiento arquitectónico ya se había globalizado y extendido a lugares remotos donde ni siquiera formaba parte de la tradición arquitectónica del país.
El interés actual por la “Arquitectura Brutalista”
A partir de los años noventa, surgieron movimientos defensor del “brutalismo” y desde entonces se ha intentado estudiar, documentar y profundizar en la historia de este movimiento para dar a conocer a las generaciones del siglo XXI la importancia histórica de los edificios que se construyeron, y así poder evitar su demolición y proceder a su conservación.
Curiosamente el movimiento reivindicativo se ha propagado por las redes y las ha inundado con imágenes de estos edificios.
A menudo alabando su belleza y clamando por su conservación, es el caso del hashtag #SOSbrutalism, y también otros hashtags como #brutalism #brutalist #brutalarchitecture, donde podrás encontrar gente apasionada por capturar imágenes de estos edificios.
Es el momento de que decidas si aborreces esta arquitectura, o pasas a formar parte del grupo que le profesan tanto amor, y te sumas a la causa en su defensa.
MJ RU1Z dice
Hola Lourdes!
Fíjate que andaba buscando la arquitectura brutalista catalana para una amiga y me ha salido tu página. No tenía ni idea de que habías escrito este artículo tan brutalista 🙂
Justo yo he publicado esta semana uno dedicado a una obra madrileña brutalista en la que se ha rodado la mejor versión de Soy Leyenda. Has dado una versión bastante completa del Brutalismo aunque yo creo que se tiende a llamar Brutalismo a cualquier cosa que esté construida con hormigón y eso no es del todo exacto. Creo que debería ceñirse solo a aquellas obras que, como tú bien explicas, dan una gran importancia y muestran su estructura en el exterior en hormigón visto y además es casi lo único necesario para formar el edificio.
Hoy la mayoría de edificios se siguen construyendo en hormigón y por esa regla de tres también serían brutalistas y no es así.
Tienes razón que hay una fuerte oposición como también un gran apoyo a esta corriente arquitectónica. De hecho se ha creado un catálogo llamado DO.CO.MO.MO que engloba las grandes obras del movimiento moderno a nivel mundial incluidas las brutalistas.
Un placer leerte, como siempre.
manifiestodearte dice
MJ.Ruiz, con lectoras como tu es un placer escribir, siempre aportas mucho a este blog con tus comentarios y es siempre un placer leer tu blog, sus entradas están muy elaboradas. bloghttps://arquitectizada.blogspot.com/2020/07/soy-leyenda-brutalismo-en-estado-puro.html (dejo aquí tu enlace para quien quiera darse el gustazo).
Me alegro de que te hayas “tropezado” con esta entrada. De nuevo, seguimos en contacto y gracias por estar aquí. Un abrazo !!!
Josefina sio dice
Le Corbusier nunca cursó estudios de arquitectura, el arquitecto era su primo, quizás tal vez de ahí el seudónimo.
Fue un personaje que acertó en muchas cosas, su visión de la arquitectura que habría de venir, después de la 2 guerra.
Su vivienda dominó, cambió la arquitectura para siempre (eso y la guerra).
Existen obras maestras de “brutalismo”, pero para mí este señor es el padre del feismo arquitectónico. A sus obras “la belleza” sencillamente se le escapó.
Lourdes Fané dice
Gracias Josefina por tu comentario. Me encanta recibir vuestras opiniones !!!
Supongo que como en cualquier faceta artística, existen “personajes” que revolucionan y cambian los paradigmas artísticos, pueden no gustarnos sus obras, pero en muchas ocasiones son ellos los que hacen que las cosas cambien y evolucionen hacia nuevas formas. Para mi uno de ellos fue Marcel Duchamp.
Es un tema que requiere un gran debate, pero forma parte de lo que es el Arte y la forma subjetiva de apreciarlo.
Encantada de tenerte por aquí.
Un saludo.
Source dice
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Lourdes Fané dice
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