Los objetos artísticos siempre han reclamado el interés del hombre, pero el Mercado del Arte tal y como lo entendemos en la actualidad es un fenómeno relativamente reciente.
Así pues, ¿cuál es el origen de esta manera de entender el arte como objeto propio de mercadeo? Todo tiene un inicio, en el que por alguna razón se origina un cambio y esta manera de entender el Arte también lo tuvo.
El Renacimiento
Probablemente el Mercado del Arte surgió por la aparición del un nuevo perfil de humanista que le fue vital. Me refiero al Coleccionista, el amante de acumular objetos valiosos y artísticos sin entrar en el motivo que origina ese interés, ya que ese sería objeto de otro artículo.
No se tiene constancia de que en la Antigüedad y en la Edad Media existieran colecciones de arte como tal, por supuesto la Iglesia, Reyes y nobles atesoraban multitud de objetos de culto y lujo, procedentes de obsequios y también de saqueos, pero no podemos entenderlos como colecciones de arte propiamente.
No será hasta el Renacimiento cuando surge una nueva manera de relacionarse con el objeto artístico, ya que éste entra en el ámbito de la propiedad privada y empieza ha ser visto como un objeto de exhibición. El coleccionista como tal será un personaje que se siente atraído por objetos raros, antiguos, exóticos y extraños.
Los avances científicos y tecnológicos que empezaron a tener auge en el Renacimiento, hicieron que el hombre se interese por objetos que tenían que ver con la Ciencia, la óptica o la tecnología. A su vez, el Descubrimiento del Nuevo Mundo y el resurgimiento de un tipo de hombre más erudito, dio lugar a hombres que se interesaban por acumular todo tipo de objetos relacionados con estos ámbitos, y el objeto artístico también fue uno de ellos.
Los “Gabinetes de Curiosidades”.
Una vez sentadas las bases del coleccionismo en el Renacimiento, fue en el siglo XVI y como consecuencia de ese interés humanístico, que surgieron entorno a las clases nobles los “gabinetes de curiosidades”, también llamados en Centroeuropa las “Wunderkammer”. El afán de acumular objetos de todo tipo dio lugar a habitaciones donde se almacenaban estos objetos y se convirtieron en auténticos museos de maravillas. Junto a un cuadro de Durero podía encontrarse una momia, un instrumento musical extraño, o una colección de cucharillas de diversas procedencias.
A mediados del siglo XVI Europa estaba asestada de gabinetes de colecciones. Los Paises Bajos, Francia, Alemania, Austria, Suiza e Italia eran los países con más coleccionistas, tan sólo en Amsterdam se llegaron a contabilizar 100 gabinetes privados.
Núcleos comerciales como Holanda o Venecia fomentaron el intercambio de objetos raros y preciosos. Hombres ricos venidos de toda Europa se lanzaron a la búsqueda de estos objetos, principalmente nobles y grandes burgueses.
El crecimiento económico de la Burguesía en Europa.
Unos años más tarde, entrados en el siglo XVII, estos Gabinetes entrarían en desuso, probablemente por la confusión que la gran cantidad de objetos de diferente tipología podían causar a aquellos que se acercaban con gran curiosidad a contemplar esas rarezas.
El alzamiento económico que la burguesía europea alcanzó en el siglo XVII, hizo que una nueva elite surgiera, formada por banqueros, abogados, comerciantes y funcionarios que vieron en el arte una nueva forma de exhibir su nuevo estatus social. Algo que anteriormente sólo había estado en manos de la nobleza.
Los hogares se vistieron de objetos bellos, mobiliario, tapices, cristal y obras de arte, demostrando el nuevo estatus adquirido de esta clase burguesa. Comenzaron a ser requeridos los servicios de los artistas, a los que se encargaran obras de todo tipo, principalmente retratos, bodegones, naturalezas muertas o escenas de interiores. Unas obras de carácter doméstico con escenas cotidianas que denotaban estatus y poder adquisitivo, y cuya principal finalidad era ensalzar a los propietarios de la vivienda.
Ello tuvo un auge especial en la zona del Norte de Europa, Holanda y Flandes a la cabeza, donde las obras de pequeño formato llenaron las paredes de los hogares de esta nueva clase floreciente. Fue el momento de artistas como Johannes Vermeer de Delft (1632-1675), o Jan Brueghel “El Joven” (Bruselas 1601-1678), que vieron como crecían los encargos.
El incipiente Mercado del Arte.
En poco tiempo los cuadros empezaron a formar parte del patrimonio de los nuevos burgueses, y como tal eran comprados o vendidos en caso de necesidad, ya que se pagaban grandes cantidades de dinero por ciertas obras.
Nacía así el incipiente Mercado del Arte, en el que ya no únicamente los protagonistas eran el cliente y el artista, sino que multitud de intermediarios empezaban a hacer acto de presencia, abogados, tasadores, impresores y otros vieron en este sector una importante entrada de dinero. No obstante, la principal figura fue la de Marchante de Arte, personaje que se encargaba de dinamizar el comercio de arte y conseguir un gran interés por las obras de ciertos artistas, alzándose así los precios de sus pinturas debido al gran incremento de demanda que se producía en poco tiempo.
El siguiente paso fue la aparición de determinados eventos como ferias y subastas públicas de arte. El país pionero en esta modalidad de venta de arte fue Gran Bretaña donde ya en el 1666 encontramos la primera casa de Subastas en Londres llamada “Spink”. Entrados en el siglo XVIII el Mercado del Arte ya era totalmente sólido y organizado, y se habían establecido las primeras leyes que lo regulaban para evitar copias y falsificaciones. El artista prácticamente se encontraba recluido en su taller produciendo obras y sin apenas intervenir en la venta de ellas. Un Mercado muy lucrativo para muchos acababa de iniciar su aparición y llegaría hasta nuestros días tal y como lo conocemos.
Adisbel dice
Buenas, me gustaría saber quien escribió este artículo y en que año. Gracias
manifiestodearte dice
Hola Adisbel !!!
Encantados de tenerte por nuestro blog.
Este artículo se ha escrito desde Manifiesto de Arte y en el 2019. ¿Porqué lo preguntas?
Saludos.
Adisbel dice
Pregunto porque realizo una tesis sobre mercado de arte, y cito un párrafo de su blog, pero me falta ahora el dato del autor, saludos y gracias
manifiestodearte dice
Hola Adisbel,
Un buen tema para una Tesis Doctoral, y muy interesante en estos tiempos tan revueltos incluso para el Arte. Yo soy la persona que está detrás de este Blog y la que escribe todas las entradas, mi nombre es Lourdes Fané Catalán. Gracias por haberte fijado en este modesto artículo y te deseo mucha suerte en este proyecto tan ambicioso !!! Si necesitas algo más no dudes en contactarme.
manifiestodearte dice
Hola Adisbel !! Mi nombre es Lourdes Fané Catalán y soy la que escribo todos los artículos del blog. Estoy licenciada en Historia de Arte por la Universidad de Barcelona. Lo escribí en el 2019. Gracias por referenciarlo en tu Tesis. Un placer si te ha servido. Un abrazo
Sílvia Loppacher dice
Moltes gràcies per la resposta donada a l’Adisbel, m’ha anat molt bé perque estic escribint una assaig sobre el mercat de l’art per l’Universitat de Barcelona (Història) i no tenia les teves dades per posar-les a les referències.
Bon any
Lourdes Fané dice
Fantástic !! moltes gràcies per passar per aquí, me’n alegro de que aquest petit escrit t’hagi servit per la teva feina. Qualsevol cosa que necessitis no dubtis en contactar-me.