El Arte, desde que que es Arte, está en constante evolución, explorando y buscando nuevas alternativas que permitan al ser humano expresarse frente a los demás. El Arte Inmersivo es una nueva forma de acercarse al espectador que ha encontrado el Arte Contemporáneo.
A veces cuando descubro una obra de arte que me impacta y conmueve, parece que al contemplarla la realidad que me envuelve dejara de existir, es como si esa obra me atrapara en su interior, de pronto penetras en ella y sientes que formas parte de ese paisaje o escena. Es una sensación difícil de explicar pero que tiene mucho que ver con las emociones, va mas allá de lo que el ojo es capaz de ver y trasciende a lo que uno es capaz de sentir al contemplarla.
Quizá son emociones que parten de la admiración que sentimos por aquel artista que ha sido capaz de plasmar una obra tan bella y al contemplarla de alguna manera queremos formar parte de ello. El hombre no puede vivir siendo únicamente un mero espectador, tiene la necesidad de pertenecer, de formar parte de aquellas cosas que nos rodean, y de forma especial si nos agradan.
Asi pues, el Arte Inmersivo nos invita a formar parte de él, a que entremos en la obra de arte y que ya no seamos meros espectadores, sino que la vivamos desde dentro, sintiéndola y disfrutando de ella. Es una experiencia vital y desconcertante, pero para aquellos que han tenido ocasión de vivirla, ha sido muy reconfortante.
Una forma de arte en la que ya no somos meros espectadores, ahora participamos con la obra. El artista nos invita a sentir emociones con ella y creamos conjuntamente una nueva narrativa. El artista desea que entendamos cual es la finalidad de la obra y que acto seguido formemos parte de ella interactuando.
El Arte inmersivo podemos decir que como tal nació hace muy poco, algunos han puesto una fecha, el año 2016. Es el hijo rebelde del happening, las performances o las videoinstalaciones. Es un Arte nacido en la Era digital y que se sirve de la tecnología para crear sus instalaciones. En ocasiones son impactantes y el artista invita al espectador a que sea él quien intervenga y dirija la creación de la obra.
Pero para entenderlo, lo mejor es hablar de ejemplos concretos que están siendo objeto de muchos artículos en este momento.
LAUBER/DOERING: Resonant space
Es este el caso de la instalación audiovisual e interactiva de Lauber/Doering. Dos expertos en música, sonido y física, que han creado unos espacios con unas paredes de aspecto psicodélico que al percibir nuestro movimiento cambian sus formas, luz y sonido, convirtiéndonos en los propios creadores de esos espacio.
El resultado resulta muy estimulante porque al percatarnos de la posibilidad de poder interactuar, hace que nos sintamos eufóricos y tengamos la sensación del dominar el entorno, creando formas y bellos sonidos. Si en la sala entran más personas el resultado es francamente espectacular.
SERGE SALAT: “Beyond Infinity”
Este es otro ejemplo del Arte inmersivo que podemos encontrar.
Este artista crea un microcosmos, utilizando para ello la construcción de estructuras, espejos y una iluminación muy estudiada. El resultado es una instalación en la que entramos, nos movemos e interactuamos. El espacio nos envuelve totalmente, formamos parte de él y al movernos y reflejarnos en los espejos cambiamos la obra y la vamos percibiendo de formas diferentes. En ocasiones incluso podemos tener la sensación de falso vacío, podemos sentirnos confundidos, como flotando en el espacio. Realmente estimulante.
GUSTAV KLIMT
Una exposición de Arte Inmersivo celebrada en L’Atelier des Lumières, el primer centro de arte digital de París que se inauguró en Abril de este año.
Muros de 10 metros de altura, un espacio de 3300 metros cuadrados, 120 proyectores y un sistema de sonido sofisticado permiten que el espectador circule por las obras que en el espacio se proyectan.
Obras emblemáticas del artista Gustav Klimt, que ha servido además para conmemorar el centenario de su muerte.
Una instalación que podremos admirar hasta el 11 de noviembre de este año.
Una forma diferente de adentrarnos de lleno en las obras de este artista y todo ello gracias a las nuevas tecnologías puestas al servicio del Arte.
Estos tan sólo son algunos ejemplos de Arte Inmersivo, que ayudan a entender mejor la pretensión de estos artistas. Cada vez irán apareciendo más manifestaciones con la voluntad de satisfacer la demanda del público que se siente atraído por estas experiencias.
El concepto del Arte Inmersivo y su antigüedad
En este punto, y aún a riesgo de parecer que me alejo del objetivo del esta entrada, quiero comentar algo que he leído y que pienso es muy interesante.
Esta necesidad del hombre de interactuar con el entorno, esa intención de fusionar lo acústico, visual y espacial, parece ser que es tan antigua como el mismo arte. Los investigadores Iegor Reznikoff, Michel Dauvois y Leigh Dayton tras un exhaustivo estudio llegaron a la conclusión de que ya en el Paleolítico Superior los hombres que realizaron las pinturas rupestres en las cuevas, ya tuvieron en cuenta la acústica del lugar en donde las ubicaron, buscando los puntos con mayor resonancia y mejor acústica. Parece ser que existen ciertos signos en esas pinturas que sólo tienen significado y explicación en relación con el sonido.
Todo ello no deja de ser asombroso y aunque de forma rudimentaria y con pocos medios, ellos ya quisieron que aquellos que habitaban esas cuevas se emocionaran de forma especial al contemplar las obras que habían plasmado.
El ser humano demanda constantemente nuevas experiencias, los artistas son fuente inagotable de creatividad y la Era Digital nos está permitiendo aprovechar la tecnología en aras del Arte. Pero el Arte Inmersivo sólo cobra sentido y vida si los espectadores penetramos en él y formamos parte de esa narrativa, el artista nos necesita para completar la obra, y eso resulta muy interesante.
Yesenia Walles dice
Desde Panamá, Profesora Yesenia Walles de la Universidad de Panamá Centro Regional Universitario de Colón, me gustaría desarrollar ese arte inmersivo en nuestro país